Sin duda, la potente imagen de este disco explica sin necesidad de palabras lo que supuso el descubrimiento de la buena música.
Tenía 13 años cuando escuche por primera vez este disco era el año 1979, y junto al colegio se encontraban unos recreativos donde uno podía jugar, (mientras se indigestaba comiendo cebolletas o regalices), al futbolín, los billares o a las máquinas milloncete o flipper que vulgarmente las llamábamos «de petacos» donde intentábamos convencernos de que ya éramos mayores por el hecho de darle con fuerza a esos botones para que la bola hiciese un recorrido imprevisible entre luces y obstáculos sonoros. Para acompañar este universo de pimballs había otra máquina increíble:
Las gramolas , sinfonolas o Jukebox donde insertando una moneda nos permitía elegir entre un surtido de canciones, en lo que sería una playlist de aquella época con singles de Queen, Boney M, o nacionales como Tequila, la orquesta mondragón…
Entre todos yo empecé a disfrutar de un grupo cuyas iniciales bordadas en oro lo convirtieron en el primer grupo del que fui seguidor con este tema:
La Electric Light Orchestra y su Discovery han cumplido 40 años, ese año 1979 fue para mí muy importante ya que fue el inicio de mi despertar a la buena música ya que hasta ese momento mis únicas influencias venían de la radio y la tve donde solo escuchaba canciones casposas de cantantes españoles, sin embargo, descubrir por estas increíbles cajas de música que existían otro tipo de canciones mucho más elaboradas y cercanos al mundo del rock supuso acercarme a otros territorios sonoros de los que ya no escaparía nunca, desechando todo aquello carente de calidad sonora….
Como curiosidad el logotipo de la ElO homenajea, a estas maravillosa jukebox.
Al año siguiente, por la radio y de viaje en un autobús a un campamento, escuche otro de los temas del disco y cuyo título se convirtió en uno de esos trenes sonoros al que siempre me subo cuando quiero escabullirme y pasarmelo bien…..
Yo soy de la generación futbolín, en billares o en bares, porque antes en los bares había futbolines … Echábamos campeonatos con eliminatorias mientras comíamos helados de esos de flaggolosina, que se chupaban mientras apretabas el plástico por debajo. Y también tengo muy buenos recuerdos de las jukebox, por un duro se podían poner dos canciones, me acuerdo que las mías solían ser «Hotel California» y «Dust in the Wind». La ELO es perfecta para recordar aquellos tiempos de billares y tiempo compartido con los amigos. Saludos, Vidal.
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Los flaxes eran el consuelo de los que no teníamos dinero para comprarnos un helado, cómo las sinfonolas eran el consuelo de los que no nos podiamos comprar un disco…. Yo sigo comiendo flaxes, pero ahora compró discos siempre que puedo.. Graciad Raúl por pasarte y dejar tus reflexiones.
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